Hoy vamos a hablar de la pubalgia u osteopatía del pubis. Se trata de una lesión que aparece en la zona inguinal y, aunque estamos acostumbrados a relacionarla con el fútbol no es una lesión exclusiva de este deporte, pudiendo aparecer incluso en personas que no realizan ninguna actividad física.
La principal característica de la pubalgia es el dolor difuso en la ingle o en la zona baja del abdomen que se puede irradiar hacia la cara interna del muslo.
Al principio aparece únicamente tras la práctica deportiva y posteriormente puede presentarse incluso durante las actividades de la vida diaria, disminuyendo así notablemente nuestra calidad de vida.
Dependiendo del lugar de afectación podemos clasificar la pubalgia en tres tipos:
- Alta: El dolor estará causado por la inflamación de la musculatura abdominal, en concreto de los rectos abdominales.
- Baja: Los músculos afectados serán los aductores, con más frecuencia el aductor medio.
- Mixta: Encontraremos sintomatología tanto en los abdominales como en los aductores.
Factores de riesgo y causas
Existen algunos factores de riesgo que en ocasiones son determinantes a la hora de desarrollar una pubalgia:
- Sobreesfuerzo muscular o movimientos repetitivos : Poco a poco se van creando desequilibrios musculares que si no se tratan a tiempo pueden llegar a desencadenar la lesión.
- Predisposición anatómica: Hay personas que debido a la forma de su pelvis, de su columna vertebral o de su musculatura pueden derivar en una pubalgia.
- Mala preparación física: Falta de tono en la musculatura del abdomen.
- Falta del reposo adecuado tras la práctica deportiva: Muchas veces no se respetan los tiempos de descanso y con el tiempo la musculatura no puede asumir todo el esfuerzo que se le pide.
- Cambio frecuente de la superficie del suelo: Entrenar en una superficie dura y luego blanda, o al revés.
- Calentamiento insuficiente antes del entrenamiento: Si exigimos demasiado al músculo sin haberlo entrenado previamente podemos provocar daños en la musculatura.
Tratamiento de la pubalgia
La primera recomendación para tratar la pubalgia es el reposo relativo y la interrupción de la actividad deportiva que pudiera estar causando la lesión.
Si el dolor fuera muy incapacitante se podrían llegar a tomar fármacos antiinflamatorios, siempre bajo una prescripción médica previa.
La fisioterapia es el tratamiento de elección para eliminar el dolor del paciente y permitirle volver a la actividad deportiva lo más pronto posible.
Utilizaremos técnicas de masoterapia en la musculatura afectada,

electroterapia, elongación muscular y aplicaremos frío después de cada sesión para reducir la inflamación.


A su vez enseñaremos al paciente ejercicios para recuperar el equilibrio muscular y que no vuelva a producirse la lesión.
Ejercicios para tratar la pubalgia
Comenzaremos poco a poco y sin llegar al límite del dolor. No pasa nada si las primeras veces aguantamos menos segundos o hacemos menos repeticiones, lo importante es tolerar el esfuerzo.
Fortalecimiento del músculo transverso del abdomen
Vamos a trabajarlo de forma isométrica haciendo planchas. Para ello comenzaremos apoyando los antebrazos y las rodillas en el suelo y mantendremos una contracción de la musculatura abdominal y glútea.

Una vez que tengamos dominada esta variación podremos empezar a hacer el ejercicio con las rodillas estiradas. Trataremos de hacer 2-3 series de 30 segundos cada una.

Fortalecimiento de aductores
Nos tumbaremos boca arriba, con la lumbar bien pegada a la colchoneta y las piernas y los pies paralelos, nuestros brazos reposarán a lo largo del cuerpo.
Colocaremos una pelota de tamaño mediano entre nuestras rodillas y la presionaremos provocando la activación de la musculatura aductora. Aguantaremos entre 6 y 12 segundos la contracción y descansaremos los mismos segundos.

Fortalecimiento de los abdominales oblicuos
Podemos trabajar sobre un fitball o directamente en el suelo. Nos llevaremos las manos a la nuca y, con los codos bien abiertos para no forzar la columna cervical, subiremos cabeza y tronco en diagonal y volveremos a la posición inicial lentamente.
Repetiremos el ejercicio de 6 a 8 veces para cada lado.

Ejercicio de estabilización lumbopélvica
Nos colocaremos tumbados en el suelo, con las rodillas flexionadas y piernas y pies paralelos, los brazos se situarán a lo largo del cuerpo.
Realizaremos una rotación externa de cadera dejando caer lentamente la pierna hacia el suelo evitando que la lumbar se despegue.
Volveremos lentamente a la posición inicial. Repetiremos el ejercicio de 6 a 8 veces con cada lado.

Estiramiento de la musculatura aductora
Nos colocaremos sentados, con las plantas de los pies juntas y la columna vertebral erguida. Nos agarraremos los pies con las manos e intentaremos bajar las rodillas hacia el suelo.
Mantendremos la posición entre 15 y 20 segundos, descansaremos y realizaremos 3 series.

Estiramiento de aductores, iliolumbares e isquiotibiales
Nos colocaremos sentados, con las piernas abiertas y estiradas y realizaremos una flexión de tronco para intentar tocar con las manos las plantas de los pies.
Mantendremos la posición entre 15 y 20 segundos y haremos 3 series.

Espero que este artículo te haya resultado interesante y hayas aprendido un poco más acerca de la pubalgia.
Si tienes alguna duda, ponte en contacto con nosotros llamando al teléfono 914343526 o a través de nuestro formulario de contacto y estaremos encantados de atenderte.
En el caso de utilizar la crioterapia, ¿cuál sería su dosificación, tiempo y sesiones? Si el caso fuera de una pubalgia alta
Para darle una respuesta óptima a su problema sería necesario una valoración presencial de su patología. De manera global, para aplicar crioterapia, se deben realizar 2-3 aplicaciones al día de entre 8-10 minutos de duración sobre la zona afectada.
De todas formas, le recomendamos acudir a un profesional de manera presencial para que le realice una valoración y le paute un tratamiento.
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